Ya hemos hablado de lo importante que es cuidarse durante el embarazo. Y hoy volvemos a este tema, pero centrándonos en una preocupación: ¿puedo maquillarme, teñirme y vestirme como siempre? Sí… y no.

Cosméticos sí, pero con precaución

En este aspecto, tu rutina diaria no debería cambiar demasiado durante el embarazo. Si los productos que sueles usar son seguros —y lo son si cumplen la normativa europea—, puedes seguir usándolos. Ahora bien, algunos correctores, pintalabios y máscaras contienen metales pesados, como mercurio y plomo. También pueden ser peligrosos el retinol y las sales de aluminio, presentes en algunas cremas y desodorantes. En función de la cantidad, estas sustancias pueden ser tóxicas y mucho más para el feto. Por tanto, lee bien las etiquetas y, ante la duda, acude a una farmacia y pide consejo.

Por supuesto, no hace falta que te recordemos que el maquillaje es de uso personal. Estés o no embarazada, no hay que compartirlo con otras personas, pues puede transmitir infecciones como la conjuntivitis.

Un caso particular son los tintes y baños de color para el pelo. Antes, se consideraba que era mejor no teñirse durante el embarazo, por si algún producto químico traspasaba el cuero cabelludo. Hoy en día, por lo general, la toxicidad de este tipo de productos está mucho más controlada. En todo caso, siempre es mejor prevenir y nuestra recomendación es que, si te tiñes, uses una marca de calidad y mejor a base de pigmentos naturales.

Prevención y cuidados de la piel

La ropa es otra gran aliada para verte radiante y sentirte cómoda. Variarán según tu estilo y rutina diaria, pero seguro que encuentras mil outfits que te encantarán. Nuestro único consejo es que busques tejidos naturales. Durante el embarazo, la piel puede estar bastante más sensible y es mejor optar por fibras como el lino, en verano; la lana, en invierno, y el algodón en todas las estaciones.

Y no te olvides de los cuidados de la piel. Por supuesto, la protección solar es fundamental, como siempre, pero también debes pensar en hidratarte… por dentro y por fuera. En solo unos meses, la piel de las embarazadas se estira muy rápidamente en pechos y abdomen. Si el ritmo de producción de colágeno no es lo bastante rápido, seguramente aparecerán estrías. La mejor manera de minimizarlas es beber mucha agua e hidratarte la piel.

Ah, y un último consejo: dedícate tiempo a ti misma. A todas nos gusta sentirnos bellas y, durante el embarazo, las hormonas juegan a nuestro favor: el pelo tiene más brillo y emanamos un aura de bienestar. Pero también es cierto que nuestro cuerpo cambia muy rápido y no siempre lo llevamos bien… Así que regálate un momento de paz para disfrutar con esa mascarilla exfoliante que tanto te gusta y no dejes de lado ningún aspecto de tu rutina estética habitual.