Es muy importante empezar diciendo que ir a contramarcha reduce un 90% el riesgo de sufrir lesiones graves en un accidente de coche, evitando el tirón sobre el cuello y protegiendo al niño de la energía del impacto.
Pero, por desgracia y siguiendo falsos mitos, muchos padres cambian a sus hijos a favor de la marcha antes de lo aconsejado. La normativa indica que deben ir a contramarcha hasta los 76cm. y 15 meses pero, ¿hasta qué edad es recomendable llevarlos según los expertos?
Muchos estudios, basados en accidentes reales, han demostrado que el riesgo de lesiones graves o incluso de muerte, se multiplica aproximadamente por 5 cuando los niños viajan a favor de la marcha, ya que en esta orientación es el cuerpo del peque el que queda expuesto a la energía del impacto.

Por ejemplo, en un impacto a 50 km/h las fuerzas de inercia multiplican el peso de cada objeto aproximadamente por 32. Por esa razón, la cabeza de un bebé que pese 2 kg, llegaría a traccionar sobre el cuello con una fuerza equivalente a 60 kg. Esta tracción, además, se ejercería sobre un cuello que, hasta los 4 años aproximadamente, no ha completado su desarrollo muscular y vertebral y que no tiene capacidad para resistir la fuerza a la que está sometido.
Sin embargo, cuando el niño viaja a contramarcha, la energía del impacto es absorbida por toda la silla, ya que las fuerzas de inercia se reparten de forma homogénea por el respaldo del asiento protegiendo la cabeza, el cuello y la espalda del niño.

Por ello, los expertos recomiendan viajar a contramarcha el máximo tiempo posible y mínimo hasta los 4 años, ya que es la opción más segura mientras el niño quepa en una silla a contramarcha, tanto por peso como por altura.

Preguntas y dudas frecuentes:

– Y si va mucho tiempo de espaldas ¿no se aburrirá?

Cuando el niño va de frente a la marcha su visión es la del respaldo del asiento delantero, y cuando va de espaldas a la marcha su visión es la del respaldo del asiento en el que va sentado. Por lo tanto, la perspectiva yendo a contramarcha o a favor es muy parecida.
También, es muy importante aclarar que la posibilidad de que se aburriese se podría dar en trayectos de varias horas y, por lo general, en este tipo de desplazamientos es recomendable parar cada 2 horas y, además, un adulto va sentado detrás con él.
A veces los padres, sin darse cuenta, cambian el orden de prioridades y escogen el camino más corto: “Si el niño se queja o llora, le doy la vuelta”. Una decisión con graves consecuencias que normalmente se toma con demasiada ligereza… Existen muchos aparatos electrónicos o juguetes que harán su viaje mucho más divertido y 100% seguro.

– Pero con 5-6 años las piernas no le caben

Cuando el hij@ toca el asiento con los pies, los padres corren a comprar la siguiente silla para darle la vuelta y “evitar que se lesione las piernas”. Además de ser falso, le otorga más importancia a sus piernas que al cuello, para evitar que éstas “puedan lesionarse” exponen su cuello a una lesión mucho más importante.
Si el niño viaja a contramarcha, ante un impacto frontal, la energía generada flexiona sus piernas hacia el pecho. No hay constancia de lesión grave o de rotura de piernas por haber viajado a contramarcha; en cambio, las estadísticas a nivel mundial sobre discapacidad irreversible y mortalidad por haber circulado de frente son aterradoras.

– ¿Y si el niño se marea por ir en contra de la marcha?

Las causas por las que un niño se marea pueden ser muchas; desde una ingesta excesiva hasta un golpe de calor. Nada de esto se debe a que el niño viaje de espaldas a la marcha, ya que está acostumbrado a ir en esa dirección. Además, es poco probable que el mareo afecte a los niños menores de dos años, ya que antes de esa edad su sistema nervioso es inmaduro.