Siempre debemos cuidarnos, porque cuerpo, como madre… solo tenemos uno. Y justamente de cuerpos y madres queremos hablarte hoy: de hábitos saludables durante el embarazo. Todos los consejos que aquí te damos pueden resumirse en dos: sentido común, como siempre, y que, ante la duda, acudas a tu obstetra o ginecólogo.

Nutrición: variedad, cantidad y cautela

Durante el embarazo, estarás alimentándote a ti misma y también a tu peque, de modo que debes ajustar las cantidades y vigilar que incluyes toda la variedad de nutrientes necesarios en la dieta. Lo fundamental es comer de todo, hidratarse y diseñar menús equilibrados. No deben faltarte proteínas, grasas, hidratos de carbono, minerales ni vitaminas, particularmente hierro, calcio, ácido fólico y vitamina D.

Si crees que puedes tener carencia de algún nutriente, lo mejor es consultar a tu médico. Nunca es aconsejable tomar suplementos por cuenta propia, pero aún menos estando embarazada. Es posible que los necesites, pero, antes de tomarlos, busca consejo especializado. Por otra parte, deberías evitar los pescados blancos más grandes, como el pez espada, que puede contener metales pesados, así como los lácteos sin pasteurizar.

¿Alcohol y tabaco? No te la juegues…

Todas sabemos que beber y fumar son pésimas ideas durante el embarazo, pero alguna vez se nos puede pasar por la cabeza tomar aunque solo sea media copa de vino para celebrar algo. ¿Nuestro consejo? No te la juegues y tómate un zumo. Según la Academia Estadounidense de Pediatría, no hay estudios que descarten que incluso una cantidad mínima de alcohol pueda perjudicar al feto. Lo que sí está demostrado es que su consumo es el causante del trastorno del espectro alcohólico fetal. Por tanto, lo ideal es no beber nada de alcohol, de ningún tipo, a lo largo de toda la gestación. Y lo mismo puede decirse del tabaco y cualquier otro tipo de drogas.

Ejercicio

Si practicas deporte normalmente, lo más probable es que puedas seguir haciéndolo durante el embarazo. Eso sí, debes evitar las actividades de impacto y las que impliquen un esfuerzo muy elevado. En todo caso, ante la duda, consulta con tu obstetra. Y si nunca has sido muy deportista… ¿qué mejor oportunidad para empezar una rutina? Puedes probar a caminar, nadar o practicar un poco de yoga a pilates. Pero no hay que obsesionarse: moverse unos minutos al día es mucho mejor que no moverse nada.

¡Ah!, y un último consejo: si es al aire libre, el ejercicio te aportará mayor bienestar. Sobre todo, si tomas un poco de sol, siempre con crema protectora, por supuesto. Bastan unos minutos al día para obtener la vitamina D que tanto necesitamos para fijar el calcio.