Hace poco hablábamos de cómo los bebés comienzan a adquirir el lenguaje en los primeros meses y seguramente ahora te preguntes qué sucede después. Pues bien, entre los 6 y los 12 meses ocurren varios procesos fundamentales en el desarrollo del habla y, entre otras cosas, puede que tu peque…

¡…diga sus primeras palabras!

¡Sí! Es probable que antes de cumplir un añito tu bebé ya diga palabras completas, aunque tampoco te preocupes si no ocurre así. Como te decíamos, los primeros meses serán los del aprendizaje de los fonemas (vocales y consonantes). Luego, poco a poco, aprenderá a combinarlos para formar sílabas simples, como “ma”, “pa” o “te”. Y, cuando llega ese momento, es cuestión de tiempo que las repita para formar palabras sencillas como “mamá”, “papá” y “tete”.

Pero insistimos: no debes preocuparte en absoluto si tu peque tarda un poco en comenzar a formar palabras, es totalmente normal. De hecho, la mayoría llegan a este punto algo después de los 12 meses. Y tampoco te preocupes si un amiguito de su misma edad parece ir algo adelantado. La realidad es que los ritmos en el aprendizaje del habla varían enormemente y no se ha demostrado que influyan en el desarrollo del lenguaje más adelante.

Ahora bien, por lo que sí debes preocuparte es por ofrecerle muchos estímulos. ¿Cuántos? Todos los que puedas. Ya te decíamos que, con esto del lenguaje, los peques son como esponjas: lo aprenden por pura repetición imitando a sus seres cercanos. Por eso, es esencial que le proporciones un modelo a partir del cual adquirir las palabras y los demás elementos de comunicación.

Y ¿cómo estimulamos el habla en esta etapa?

En los primeros meses, los bebés entienden recursos muy concretos relacionados con el sonido: el tono de voz, las cadencias más o menos musicales, los cambios de intensidad… A partir del medio año, además, ya empiezan a comprender los elementos más básicos del lenguaje verbal y no verbal.

Por ejemplo, cuando señales un objeto con el dedo, llegará un día en que seguirá la dirección con la mirada y otro día más adelante… ¡también él lo señalará! Y otro tanto ocurre con las palabras. Debes hablar con tu peque tanto como puedas, escucharlo y contestarle.

Sí, la escucha activa es primordial: aunque al principio te parezca que solo emite sonidos sin sentido, para él tienen todo el sentido del mundo. Lo que pasa es que aún está afinándolos para que se parezcan lo más posible a los que te oye decir a ti. Por eso, debes darle a entender, con tus palabras y gestos, que eres consciente de que quiere hablarte. Y entonces, más o menos alrededor del año, llegará ese momento tan emocionante de la primera palabra.