Portear sí, pero no de cualquier manera…
Llevar a tu bebé piel con piel es una experiencia única que estrecha la relación entre hij@s y padres. Para los peques, estar tan cerca de su progenitor les hace sentir seguros y protegidos.
Sin embargo, a la hora de elegir un portabebés no se tiene en cuenta la correcta y ergonómica posición del peque. A la hora de portear hay que respetar su posición natural, ésta es en forma de “ranita” o en forma de “M”, es decir, manteniendo sus piernas flexionadas, rodillas altas (más que su culete), espalda curvada en forma de “C” y sujeción adecuada de la cabecita los primeros meses.