Ya hablábamos otro día de lo importante que es el juego para el desarrollo de los peques. Hay estudios pediátricos que insisten en la necesidad de jugar para estimular los sentidos y desarrollar la imaginación. Aunque hoy en día la oferta es abrumadora, las opciones más tradicionales son a menudo de las más interesantes. Es el caso de las muñecas y muñecos.

Juego y desarrollo personal

Los muñecos son de los juguetes más versátiles por la cantidad de ventajas que ofrecen. Ya desde los primeros meses, pueden ayudar a tu bebé a desarrollar su propia personalidad. Todos hemos visto a niños y bebés hablando con sus muñecos… o intentándolo. Pues bien, ese afán por comunicar favorece que desarrollen estrategias de expresión oral y, a la vez, los ayuda en el proceso de adquisición del lenguaje.

Aprender a hacer amigos y a compartir

Paralelamente, el juego con muñecos puede ser un medio estupendo para la socialización. En el parque, en la guardería o en cualquier lugar donde se encuentren varios peques, es muy habitual que en sus juegos entre sí quieran integrar a sus muñecos. Esto tiene varias ventajas. Por una parte, les permite ampliar su esfera de relaciones más allá del círculo familiar. Por otra, pueden comenzar a asimilar el valor de compartir sus cosas.

A propósito de compartir, un aspecto que preocupa a algunos padres y madres es el apego de sus hijos a algún juguete en particular. Pero no hay que preocuparse en absoluto. Durante los primeros años de vida, es muy habitual que los bebés y niños desarrollen un intenso vínculo emocional con algún objeto o juguete en concreto. Es algo perfectamente normal que forma parte de la psicología infantil y en ocasiones se prolonga durante muchos años.

Juego simbólico

Algo más adelante, sobre los dos años, comienza lo que se conoce como juego simbólico. A esa edad, en sus juegos, los niños elaboran situaciones en las que los muñecos representan personajes que desempeñan distintos papeles en situaciones que ellos mismos imaginan: jugar a los médicos, a papás y mamás… Este tipo de juego es muy interesante desde el punto de vista del desarrollo cognitivo porque les permite ejercitar enormemente tanto la imaginación como el lenguaje y la empatía.

Es más, los beneficios del juego simbólico con muñecos pueden ir incluso más allá. Muchas veces, esta práctica puede servir también para que los peques expresen su mundo interior. Así, puede ser una manera de exteriorizar preocupaciones y miedos que de otro modo no sabrían comunicarnos.